Esa madrugada del 13/07/16 nos fuimos a urgencias sabiendo que algo no iba bien. Les puedo garantizar que mis movimientos buscaban el menor esfuerzo posible para no notar cómo salía líquido, que en ese momento no sabíamos qué era. Estábamos completamente en shock porque con 22 semanas nadie se imagina que pueda pasar algo así. Además, siempre nos habían dicho que nuestro embarazo era de los “mejores” (bicorial biamniotico).
Horas de espera
Después de estar varias horas en urgencias sola, dejaron entrar a mi marido para llevarnos al despacho y decirnos qué pasaba: “Los niños están bien ahora mismo, pero se ha roto la bolsa del 1º gemelo (Eduardo), y no sabemos qué va a pasar; te vamos a ingresar, pero a estas alturas del embarazo, esto se considera un aborto tardío”. La cara de Alejandro se descompuso y yo no pude dejar de pensar que eso no podía ser así, que algo se podría hacer, -sinceramente era muy ignorante con todo lo relacionado con el mundo de la prematuridad-, me pusieron vías y medicación y me llevaron a mi habitación sin saber bien y sin preguntar nada porque no fuimos capaces de reaccionar.
En la habitación
Una vez en la habitación ya con todo, apareció el gine de planta, el Dr. Trabado, entró como si no pasara nada, como si yo no estuviera asustada, con una alegría desmesurada y me dijo lo que quería y tenía que escuchar en ese momento: “Tranquila, los bebés están bien, se puede estar sin líquido dentro, les llega todo lo que necesitan a través del cordón, tenemos que aguantar hasta la semana 24 como mínimo, pero seguro que te voy a tener por aquí durante mucho más tiempo, te vamos a administrar el protocolo que tenemos para estos casos con antibióticos y te pondremos corticoides para la maduración pulmonar de los bebes. Lo más importante para que estén dentro son dos cosas: que no tengas contracciones -sonrió- y tu actitud; que sea positiva y pienses que ellos estarán bien y que van a poder juntos con esto. Es lo más importante y un día más, es un día menos”. Allí me quedé más tranquila y con ese mensaje, se había parado el tiempo. #lavidadeunprematuro