Desde la marcha de Vicky, estuve sola en la habitación con vistas al mar 🙃. Mejor que otra compañera, por la noche siempre dejaba la puerta un poquito abierta para sentirme acompañada. Todos los días me visitaban los doctores, los volvía locos preguntando si hoy tocaba hacer una eco; solo quería verlos y escuchar sus corazones para saber que estaban bien (me quedaba tranquila).

También venían las enfermeras a tomarme la tensión, la temperatura, hacerme alguna analítica y todos todos los días sobre las 19:00h venían con mi amiga la “Heparina” (podrán imaginarse como terminé con los muslos después de 30 días de ingreso), y los auxiliares que cuidaban y mimaban mucho, incluso Alex, me hacía patitos con las toallas de baño 😂 (él es mucho).

Tuve siempre la compañía de mi madre por las mañanas y mi marido @alejandrosantos por las tardes hasta la noche (hasta allí trabajaba 🤦🏻‍), además de un montón de visitas desde @josuefumero con sus tequeños (que me encantan) hasta @maidagp con unos libros de mandalas (me ayudaron mucho porque mi concentración era tan nula que no me permitían ni leer) o @marme11 y @natachatf con sus cremitas para que estuviera divina.

Y claro, muchos más amigos (imposible nombrar a todos), suegros, tías y mi amada hermana @raquelde. Gracias a todos me dieron todo lo que necesitaba de ustedes: compañía, comprensión y amor  #lavidadeunprematuro